Un día me di cuenta de cómo era el mundo: Terrible y hostíl.
Y me inventé un cuento.
Un día me preguntaron cómo era mi vida, y no fui capaz de responder.
Entonces, me inventé un cuento.

[ Distorsión de la realidad ]

by Rhea on miércoles, 30 de julio de 2008

Escucha, escucha, flor azul,
tienes que hablar y darme una respuesta.
El cielo y la tierra están en silencio.
Hay silencio en el mundo entero...

Flor azul, tú debes saberlo,
tú lo sabes y te acuerdas.
Háblame, susurra, respira,
dame tan sólo una señal...

En cuanto abrió la puerta, vió que la selandría había florecido. Tenía flores azules, grandes flores azules. Temblaban y se balanceaban, delicadamente en sus tallos mientras él cruzaba el cuarto. Cuando se paró delante de ella, las flores se quedaron quietas, sin moverse. Parecían escuchar atentamente y sin respirar cuando David se inclinó sobre ellas y tarareó la melodía que había escuchado en sueños.

-Los escarabajos vuelan al atardecer, 148.

by Rhea

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El cuento de la niña inmortal. El cuento de la dama triste. El cuento de la mujer presa.
El cuento que nunca acaba. El cuento que se alarga. El cuento infinito...
... Es aquel que nadie cuénta.
Si de contar cuentos se trata, el cuento que voy a contar, es un cuento contado a modo de historia. Un cuento que nadie cuénta por temor a contar algo indebido. El cuento que desea ser escuchado y recordado. ¡Un cuento que nadie jamás podrá contar!
Por eso no voy a contar su cuénto... porque su destino, es ese. Caer en el olvido de la memoria. Desaparecer con los primeros rayos del alba, con la última risa de una planta.

Sin embargo, dicen, allá lejos, muy lejos de aquí y de allí; pasando por esa estrella que oculta un Pais Eterno, pasando más allá del Planeta del Tesoro, también... Dicen allá, todavía más lejos, que un dragón es una niña. Una niña que concede la inmortalidad pero no la quiere.
Es una niña triste y sola, pero caprichosa y juguetona. Que mire y hiere, que abraza y mata.
La niña I, la llaman. La niña primera, la niña Inmortal... o, simplemente, Lago. Pero solamente hay una única persona capaz de llamarla por su verdadero nombre, y es aquel que lo conoce.
Pero conocer a la niña no es tarea fácil, ya que ella toma, pero no dá. Ella sabe pero finje no saber, ella quiere pero daña...
Y no hay nadie, nadie, capaz de sentarse junto a ella. Todos la temen... y eso hace que ella mísma se asuste.
Ella busca alguien valiente, alguien paciente. Que sea capaz de mirarla y decir: ¡Quédate a mi lado, Lago! Pero sabe que no llegará, porque nadie quiere a una niña solitaria y malvada.
¡Ah, la pequeña es mala!

Ella teme.
Ella quiere.
Ella ama,
pero no habla.

Ella sabe.
Ella anhela
Ella espera,
pero no hay nadie
que acuda a verla.

by Rhea on miércoles, 23 de julio de 2008

Hoy el mundo a caido.
Hoy a muerto la música.
Hoy se a acabado una parte de mí, pero también de tí.
Desde hoy, el futuro es incierto.
Hoy todo a cambiado.
Hoy a sido un día clave
Y tú lo has desperdiciado.

... Y es aqui donde, al final, tomamos direcciones diferentes. Los caballos reventaron hace tiempo, pero hemos seguido caminando a pie. Vacilantes, heridos, orgullosos. Demostranto una fortaleza que no poseemos o al menos soy yo la que no la posee. No lo parece, ¿eh? La respuesta la encuentras en ésta aclaración: No demuestro nada. A ti ya no. No puedo hacerlo, has hecho que no lo hiciera.
El sonido es amable, pero el significado es hiriente.
El silencio habla y las palabras callan.

La flecha apunta hacia tu derecha, pero mi flecha apunta hacia la izquierda, también tuya. Vamos, decide. Díme por dónde e de ir. ¿Quíeres que te acompañe?
En tus ojos brilla algo, pero señalas la izquierda mientras te pierdes por la bruma de el camino opuesto.
Te alejas. Te vas. Sabes por dónde caminas, por supuesto, tú nunca te pierdes, no lo permitirías... Pero has hecho precisamente lo que yo más quiero. Me has dejado olvidada, lejos, perdida... ¿Para que pueda encontrarme? ¿Encontrarte?
Pero hay algo que no te he dicho...

Me dá miedo.


La lluvia acude a saludarla, mojando su vestido oscuro y volviéndolo pesado. La tierra tira de ella e intenta hacerla caer. Se dá cuenta que la tierra no es la responsable, sino ella misma. Sus pies se han vuelto perezosos y lentos; patosos. El mundo pierde su color, el rojo se apaga con la pasión; el amarillo se vuelve gris y la luz, tinieblas; el violeta escapa de los pinceles para mezclarse con esta lluvia que cae, bajando a las alcantarillas y desapareciendo de cualquier vista mortal; el azul se quiebra y el mar pierde su hermosura ergo, el cielo deja ver las estrellas pero éstas también desaparecen; el naranja ha decidido que no quiere vivir sin su hermano el rojo y su novio el amarillo y decide morir; el azul oscuro se a enamorado de el negro y ha desaparecido sin dejar rastro; pero lo que es peor... el verde se ha fugado, y la esperanza se ha perdido.

¡Dama, mi dama! No corrais
permitidme acompañaros
o caeros vais.

by Rhea



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¿Estas temblando tú o soy yo?
Me noto firme, con los pies en el suelo, rodeándote con mis brazos, pero segura. Quizá el corazón me lata demasiado fuerte, está chocando contra mi pecho, supongo que eso lo notamos los dos... pero el tuyo también está latiendo deprisa y con insistencia. Qué agradable es saberlo, pero yo sigo notando ese temblor. Si, eres tú, estás temblando...
¿És por el momento? ¿És porque, al fin, estoy contigo? ¿O simplemente esque tu posición hace que tiembles? Claro, tu posición no es comprometida, me estás abrazando como yo a tí pero quizá tus piernas... No, tus piernas están bien sujetas. Sé que vas a achacarlo a tu pose, asique no voy a preguntarte.
El abrazo a terminado, pero yo todavía siento tu calor. ¿Como lo has hecho? ¡Y pensar que todo a cambiado tanto! Te admiro, a tí y a tu fuerza de voluntad. Eres increíble, ¿Lo sabías?
De mi boca no, tampoco vas saberlo, al menos por ahora... ¡Ah, la sonrisa! ¡Me sonries! Me encanta. También estaré sonriendo, como una boba pero no puedo evitarlo. Perdoname por este momento tan ridículo, pero ha pasado tanto tiempo... Y nos ponemos en marcha. Seguramente esté hablando, pero no me escucho, las palabras han dejado de tener sentido, como todo y todos. ¿Sabes qué? Que no siento nada a mi alrededor. Todo a desaparecido... solamente estás tu, con tu sudadera blanca y tu mochila. Tu y tus ojos oscuros. Tu y yu pelo rebelde. Tú y la sonrisa que me regalas y no merezco.
Las direcciones pierden su lógica y mi norte solo apunta hacia un lugar que cambia segun te mueves. La gente pasa, pero no la veo. Los ruidos se alzan, pero no los escucho. Tu voz resuena en mi cabeza, haciéndo que mi cuerpo se estremezca.
Y no lo entiendo. ¿Cómo hemos llegado a ésto? La culpa es mia, pero también tú tienes tu parte. Has hecho que me pierda y no sea capaz de encontrarme. Una vez te dije:
-¡Perdámonos!
-No.
-¿Por qué no? A mi me encanta perderme, para después encontrarme...
-No vamos a perdernos, cielo.
Pero nos hemos perdido... claro que esa es otra historia. Ahora estoy hablando del antes, y el antes parece tan lejos... sin embargo, las sensaciones aún están aqui. conmigo. Me hacen pensar; que no te entiendo.
Y tu voz me estremece. Puedo escucharte horas, sin entender nada pero sabiéndolo todo. Sin embargo, me pone nerviosa que me mires de esa forma. No lo hagas, me da miedo... No miedo a tí, sino a mí. Miedo a que se duplique. Miedo a que no pueda pensar por mí misma, libre de cualquier atadura... aunque creo que ya es tarde, ¿No? Me has mirado de esa forma y me duele. Déjalo, no quiero seguir así. Levántate, se hace tarde... Si, te levantas y sigues jugando. Odio que lo hagas, para. No sigas, no me acaricies más. No de momento, no hasta que no sepa qué va a pasar.
No lo voy a saber nunca, tampoco tú, pero sé que si tu sintieses de otra manera, te dejaría hacer. En el fondo lo hago, por eso te dejo, porque no puedo resistirme. Y vuelves a abrazarme, y noto tu vacilación. Me estrechas contra tí para luego separarme, vuelves a hacerlo. ¿Por qué?.

No sé como hemos llegado a esto, cariño.
No sé como va a seguir esto, cielo.
No sé como voy a actuar apartir de ahora, amor.
Pero sé una cosa.


Yo te aborrecía.