KARI, la octava niña elegida

Mi blog es uno de esos sitios de la web raros. Inaccesibles, que no sabes donde están las cosas, como yo pero deseosos de que los descubras, de que lo leas.
Están codificados, para parecer interesantes y que no seas capaz de entenderlos, como yo. A veces no sabe de que habla, pero espera que alguien lo sepa por él.
Mi blog parece atractivo a la vista, pero cuando lo lees notas que falta algo; que está vacío. Como yo.
Mi blog está lleno de frases reflexivas, de pensamientos, de emociones (odio la palabra sentimientos, pese a que no es lo mismo que emociones), de cosas serias, de cosas aburridas, de cosas bonitas.
Mi blog, entonces, es un reflejo de mí misma. Es esa parte de mí que se niega a abandonarme que me obsesiona pensando, que sigue una línea de sucesión al trono. Hoy este, y de que se vaya... a ver... ¡Si, aquel parece buen candidato! Resulta que aquel era tú amigo y que quizá te estés cargando todo por algo que ni tú entiendes. Que gracioso, ¿no? Sobre todo porque no hago reir. Ni me río yo.
Pero tengo algo claro... El día en el que encuentre a una persona que me haga reir de verdad, no dejaré que se largue de mi vida. Lo ataré con fibras de éter y eslabones de luz de estrellas. Con polvo de hada pienso unir cada parte y con voz de sueño voy a hacer que no se separen nunca. Queda bonito, así pintado, Romántico (de época, no de agg sentimiento), y posiblemente nunca se así. ¿Que es la vida? Recuerdo a un filósofo que decía: ¿Que es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son. Pero entonces también llegó Shakespeare y dijo, dejandome soñar completamente: (Macbeth) Sombra ambulante es esta vida, mísero actor que en el escenario se afana y pavonea un momento y al cabo, para siempre, calla su voz. Relato de un idiota, lleno de ruido y de furia, que nada significa. O una frase célebre del mismo hombre "Ser o no ser, esa es la cuestión" y finalmente... Somos del mismo material del que se tejen los sueños. Yo me imagino algo así como una persona formada de purpurina azul y blanca, con algo de la estela de una estrella fugaz. Bueno, creo que me he desviado. Si, siempre hago lo mismo, empiezo hablando de un tema y me enrollo, adorno las palabras, lo hacen todo precioso...
... Pero sigue vacío. Todo vacío. No es que sea pesimista, es que tengo un aura espiritual y oscuro que no me la quita nadie.

Tengo ganas de eso.
Tengo ganas de que alguien me preste atención.
Tengo ganas de que alguien intente calmarme en mis momentos de cabreo.
Tengo ganas de ser yo, básicamente. Esa niña que tras ver ciertas películas siente que no vale nada. Que es una inútil que contesta mal a su madre y solo a ella, que se cree que nadie puede manejarla y todos la tratan como quieren. A veces no sé ni como soy. Si como pienso o como en ciertos momentos me veo. A veces me pregunto si me llamo Galadriel o Desirée (si, como la puta amor de Napoleón). Si de verdad soy madura o simplemente veo lo que el otro quiere que diga. De ser esa persona que aparece en la vida de las personas en los momentos más dificiles, porque sabe conectar así de una forma más sencilla. De sonreir ante todo (y no me siento orgullosa de ello), de soltar risas estúpidas que no llevan a ningún lado. De decir mucho y sin embargo, no servir nada. De hacerme la imposible, la interesante, la alocada. La furiosa, la chantajista, la caprichosa.
Yo que sé. Tengo cosas buenas. Digo yo.